Por Ander Barroso.-
Por su parte, el Real Madrid no acusó el desgaste de sus futbolistas en los compromisos internacionales principalmente porque este equipo tiene un gran banquillo. No quiero ni imaginarme lo que sería si no hubiese vendido a Robben y Sneijder, dos piezas claves ahora en el Bayern e Inter. Con Cristiano Ronaldo y Lass en el banquillo, sobresaltó la figura de Esteban Granero.
El Atlético sigue sin conocer la victoria en este inicio liguero. Los colchoneros se estrenaban como locales en un ambiente un tanto caldeado por la manifestación antes del encuentro contra la familia Gil y el presidente Enrique Cerezo. Llegaba el Racing, un equipo que fuera de casa tiene más peligro que en El Sardinero.
Los de Mandía le dieron la posesión al Atleti y cuando robaban el balón salían con velocidad por la banda, con Arana y Óscar Serrano como grandes amenazas Si a ello le sumamos la inoperancia colchonera, no hace falta saber mucho más para averiguar que los problemas de los de Abel Resino son tan reales como se pudo comprobar, sobre todo atrás.
Y es que el Atlético se convierte en un equipo normal cuando ninguno de sus dos delanteros está inspirado. En muchos partidos, la única gran esperanza del equipo rojiblanco está en que aparezca algún chispazo de Forlán y Agüero que les dé la victoria. Sin embargo, Abel les dio una parte a cada uno, tras sus compromisos internacionales. El argentino no estuvo inspirado, mientras que Forlán lo intentó pero no llegó el gol.
La gran aparición del Atleti fue la de Jurado. El canario ocupó la posición del lesionado Raúl García y fue de largo lo más destacado del equipo madrileño. El ex madridista adelantó a su equipo en el marcador tras empalmar un rechace al fondo de la portería de Toño. Sin embargo, no sólo cabe destacar su tanto, que salvó al equipo de otra derrota, sino que también es de apreciar su continuidad durante el encuentro y su talento en los tres cuartos del campo.
Por su parte, el Real Madrid no acusó el desgaste de sus futbolistas en los compromisos internacionales principalmente porque este equipo tiene un gran banquillo. No quiero ni imaginarme lo que sería si no hubiese vendido a Robben y Sneijder, dos piezas claves ahora en el Bayern e Inter. Con Cristiano Ronaldo y Lass en el banquillo, sobresaltó la figura de Esteban Granero.
El canterano no desafinó al lado de Xabi Alonso y Kaká, sino que como viene haciendo habitualmente, se creció y su participación fue fundamental para el equipo. Marcó un tanto y el Madrid gana en creación con El Pirata en vez de Diarra, aunque las cualidades del francés son patentes y su desgaste físico es siempre necesario incluso para un grande.
Sorprendió la suplencia de Raúl, puesto que el hecho de no haber estado con la selección le daba garantías para seguir siendo titular. Sin embargo, Pellegrini se decantó por Higuaín y Benzema. El Espanyol lo intentó pero la pegada de este Madrid es descomunal y cada vez se les ve más compenetrados en defensa.
Guti y Cristiano cerraron un marcador que pudo ser todavía más amplio. Y nueva victoria de un Madrid que aguanta el ritmo del Barca. Porque a falta de lograr un cierto equilibrio en el juego, el equipo blanco sigue siendo muy temible por su pegada. Y gente como Granero o Higuaín van a tener más minutos de lo que se preveía, eso está claro, al igual que el amigo Jurado.